El 15 de febrero del año 2012 fui víctima de un asalto en mi casa que queda en las cercanías de la ciudad de Caracas. Sujetos desconocidos entraron a mi hogar, y luego del asalto permanecí unos 3 días sin conciencia, gravemente herido por arma blanca como un disparo de una escopeta que me proporcionaron. Cuando recuperé la conciencia, logré contactar amistades para pedir auxilio. Comenzó una verdadera odisea. Fui ingresado a terapia intensiva del centro medico en la Trinidad, y al permanecer mi casa vacía, los ladrones regresaron a los pocos días, para entonces llevarse por completo todos mis demás bienes que allí se encontraron. Por ser abierta de manera forzosa, la casa sufrió de considerables daños en sus puertas y paredes.
Según los médicos, tuve una increíble suerte haber sobrevivido a este ataque a mi vida.
A las pocas semanas de haber ocurrido el hecho, una amiga contacto a la Fundación AVAS, y su directora Karin Giusti se traslado casi inmediato a la casa de amistades donde me encontraba, quienes me cuidaron durante el doloroso proceso de reconvalesencia.
La ayuda que me brindó AVAS fue muy integra: en primer lugar se aseguraron que estaba bien dentro de lo posible, y en vías de mejora. Para apoyarme y para superar a los traumas vividos, agilizaron recursos que me permitieron asistir a múltiples sesiones con una psicóloga, para de esta manera recuperar la tranquilidad y sensatez que tanto hacia falta.
Adicionalmente a esto, AVAS proporcionó los recursos económicos para contratar a un albañil y a un herrero, para acomodar a mi hogar y volverlo habitable nuevamente. También corrieron con los gastos de materiales.
La fundación se encargó en suministrarme ropa, zapatos y cobijas, para tener lo mas básico y comenzar de nuevo.
Y por ultima instancia me proporcionaron un crédito sin intereses, para construir a una cerca de alfajor alrededor de mi casa, una iniciativa muy importante que me permitiera entonces comprar a un perro Rottweiler y sentirme mas seguro.
Toda esta ayuda fue brindada sin burocracia ninguna, y presentó un enorme e invaluable apoyo en esta circunstancia tan complicada de mi vida.
Holger Stork